lunes, 15 de abril de 2013

España supera a Alemania

España supera a Alemania en número de empresas registradas. De acuerdo con EUROSTAT (la oficina estadística de la Unión Europea) España tiene 377.591 empresas más que Alemania. Es posible que ustedes alberguen la duda de si el dato en sí mismo es un indicador bueno, malo o indiferente; o que incluso se pregunten la importancia que podría tener de cara a explicar el problema de desempleo que padece el estado español. Ni mucho menos este post pretende esclarecer todas las dudas, tan solo aspira a aportar algunos datos adicionales para que puedan establecer alguna comparación entre la realidad económica y empresarial de ambos territorios.

Alemania es el país con mayor población de la Unión Europea. Sus 81,8 millones de habitantes constituyen el 16,2% de la UE27. Su economía es aun más representativa en el conjunto, ya que su PIB alcanza el 21,1% del total. España, con 46,2 millones de habitantes que significan el 9,2% del total, es también uno de los países populosos de Europa. El PIB sin embargo, supone solo el 8,4% de la UE27. Ahora bien, ¿cómo es el entramado empresarial alemán y cómo compara con el español?:


Fuente: Elaborado por ADVALOREM a partir de datos publicados por Eurostat
(1) Incluye datos de 2011 relativos a empresas del sector privado y no financiero.
(2) Población del pais al 1 de enero de 2012
(3) Microempresa incluye a las compañías que tienen entre 0 y 9 empleados; Pequeña empresa engloba a las que cuentan con entre 10 y 49 trabajadores; Mediana empresa, con plantilla en el tramo de 50 y 200 asalariados; Empresa Grande refiere a aquellas que emplean a más de 200 personas
De la observación del cuadro anterior se desprende lo siguiente:

•La densidad empresarial de España es más del doble de la alemana. Si en Alemania existen 256 empresas por cada 10.000 habitantes, en España el ratio es de 536.

•España tiene más Microempresas que Alemania y sin embargo en los siguientes escalones (pequeñas, medianas o grandes) es Alemania la que nos supera en número de empresas.

•Las empresas alemanas crean más empleo que las españolas. La empresa media española tiene 5 empleados y sin embargo la empresa media alemana tiene 12 empleados.

•Lo mismo ocurre en cuanto al valor agregado que generan las empresas de uno y otro país. La empresa media española genera un valor añadido de 200.000 euros mientras que la alemana nos supera en más de tres veces.

Se constata por tanto que sí existen diferencias entre el entramado empresarial español y el alemán. Por supuesto los países deben adaptarse a las realidades sociales y estructurales de cada uno de ellos. Pero no es menos cierto que, en economía al menos, siempre hay que observar lo que hace el líder y valorar el éxito o fracaso de sus actuaciones.

lunes, 1 de abril de 2013

¿Cuánto vale un negocio?

Es evidente que los propietarios de una empresa, más tarde o más temprano, deben interrogarse sobre cuál es el valor de su negocio. En muchas ocasiones, por razones relacionadas con la necesidad de evidenciar el valor de la compañía ante terceros: baste decir, que más del 80% de los estudios de valoración de empresas que efectuamos en ADVALOREM constituyen el argumento cardinal de negociación cuando iniciamos un proceso de:

-Venta a un tercero del total o de un porcentaje del negocio
Al enajenar una empresa, ya sea en su totalidad o de manera parcial, es obvio que el importe que se obtiene al vender –precio- responde a la ulterior negociación que se desarrolla entre comprador y vendedor; pero nuestra experiencia nos dice que en la confrontación de las respectivas posiciones, en la práctica las dos partes obedecemos muy mucho a la valoración previa. De ahí que en una desinversión de negocio cobra verdadera carta de naturaleza disponer de una horquilla de valor de empresa bien construida y argumentada (con sensibilidades y escenarios) que nos sirve de piedra angular de réplica ante cualquier argumento.

-Ampliación de capital
En la obtención de recursos propios (para hacer frente a nuevas inversiones o sencillamente para inyectar fondos que fortalezcan el patrimonio del negocio), el precio de entrada para los nuevos accionistas viene encuadrado dentro del valor que respectivamente empresario e inversores otorgan a la empresa afectada. De manera que en este tipo de transacciones, vuelve a ser crucial para las respectivas partes el hecho de contar con una valoración profesional y ajustada de las acciones o participaciones de la compañía.

-Fusión entre dos empresas
En caso de fusión entre compañías y junto con los detalles fiscales, el acuerdo de la ecuación de canje —correspondencia entre las acciones entregadas de cada empresa fusionada y las recibidas de las resultantes de la fusión— es absolutamente crítico, y responde siempre a las valoraciones que atribuimos a las empresas participantes en la fusión.

-Sucesión en empresas familiares
En los casos de transmisiones hereditarias en los que tenemos el mandato de distribuir el patrimonio de un empresario entre sus legatarios, siempre realizamos una valoración global de la compañía para lograr la igualdad económica entre las partes de la herencia y poder cuantificar adecuadamente lo percibido por cada cual.

Aparte de las razones expuestas, en ADVALOREM recibimos cada vez con mayor frecuencia encargos de valoración de negocio que no están estrictamente asociados a las razones anteriores. Y es que dentro de los nuevas prácticas de buena administración gerencial, va haciéndose habitual que un empresario cuantifique periódicamente el valor de su compañía. Básicamente por dos motivos genéricos. Uno, porque un informe de valoración completo le proporciona datos cruciales sobre su negocio, como la medición de la utilidad que le reportará en el futuro para tomar decisiones (seguir, no seguir, vender, alternativas de inversión, etc) en función de ella. Dos, porque la evolución que siga el valor de su empresa le informará del grado de acierto de la gestión de sus directivos o gerentes.

Algunos reconocidos gurús de la valoración, se atreven a afirmar (de forma ciertamente presuntuosa), que la valoración de empresas es una combinación de ciencia y arte. En ADVALOREM creemos que calcular el rango de valor económico de un negocio es una tarea laboriosa caracterizada por un alto componente técnico al que forzosamente hay que complementar con experiencia empresarial previa y sentido común. A nuestro juicio, esos deben ser los pilares de actuación de cualquier valorador.

En el polo opuesto aún sobreviven algunos empresarios reacios a utilizar análisis cuantitativos o de rentabilidad para conocer el valor de su empresa, abandonando la medición al albur de su visión subjetiva (y por tanto sesgada) del negocio con raciocinios del tipo de "¿quién va a saber mejor que yo lo que vale mi empresa?", o bien... "a mi, que llevo con esto toda la vida… no me hace falta hacer números para saber el valor de mi negocio". Obviamente la decisión compete a cada cual. En el fondo, vender una compañía, como vender cualquier cosa, es relativamente sencillo. Todo se puede vender y de hecho se vende. Cosa distinta es, cómo, y a qué precio. Por ello, a la hora de efectuar una venta, o cualquiera de las transacciones a las que nos hemos referido anteriormente, nosotros desaconsejamos claramente las evaluaciones particulares (no expertas) en donde el componente afectivo prepondera sobre el racional técnico y objetivo, ya que suele ser pasto rápido de algunas aves rapaces hambrientas de... tasaciones "espirituales".

En definitiva, que tal vez haya que poner en tela de juicio el conocido refrán español: "El ojo del amo, engorda el caballo". Pues verán... a veces. Y a veces, no.