sábado, 19 de octubre de 2013

El fichaje de Bale por el Real Madrid… ¿una buena inversión?

Post publicado en el apartado CANAL NEGOCIOS de ABC Castilla y León el 17 de octubre de 2013
Acceder a la publicación en ABC




Hace unas semanas el Real Madrid hizo oficial el fichaje del jugador galés Gareth Bale por casi 100 millones de euros. Como suele ser habitual en estos casos, la noticia desencadenó un torbellino de opiniones en los aficionados al fútbol. Entre los más contumaces, la controversia se desarrolló, como siempre, al hilo de razonamientos claramente escorados por el arrebato hacia unos u otros colores. Pero lo verdaderamente sorprendente fue que la operación Bale suscitó polémica incluso entre personas legas en cuestiones balompédicas. Tampoco faltaron al debate las voces de algún sobrevenido sanedrín de la ética y la deontología, por más que la transacción se ha llevado a cabo en condiciones de libre mercado y entre entidades absolutamente privadas. Pero, dejando a un lado esta interesante y divertida burbuja de veredictos populares sobre el Casus Bale (en versión Casus Belli), lo que en este espacio quisiéramos considerar es la valoración como negocio de un desembolso que supone aproximadamente el 20% del presupuesto anual de ingresos de una empresa. Vamos a ello.

Empecemos por reconocer que con los elementos de juicio disponibles, es imposible llegar a una conclusión sobre el retorno efectivo del negocio Bale. Lo que tal vez sí podamos y debamos hacer es un ejercicio de traslación al análisis hipotético que el Real Madrid llevó a cabo a la hora de enfrentar la decisión de inversión, posiblemente con ayuda de expertos en valoración ajenos al club. Y sin duda todo ello servirá para desmontar algunos aforismos aparecidos en publicaciones y medios en estas semanas:

•El primero de ellos es el calificativo de “inversión ruinosa” disperso en muchos blogs, editoriales y tertulias, construido sobre un sofisma tan tonto como el de refutar la viabilidad de cualquier negocio con dispendio elevado. Y es que nunca el desembolso inicial de una inversión determina su bondad; y ello, en el mundo del fútbol, en la industria o en los servicios, en España, en Japón o en Abu Dhabi.

•Lo que seguramente el Real Madrid habrá cuantificado asimismo es el binomio rentabilidad-riesgo de la transacción. Como obligan los más elementales principios de valoración de negocios. Y es que obviamente la inversión de 100 mill de euros en Gareth Bale no es comparable a su equivalente monetario en Bonos del Tesoro Alemán: éstos activos arrojan una rentabilidad (flujos) seguramente menor a la del jugador, si bien combinada con un riesgo prácticamente nulo. En términos futbolísticos, bien se podría decir que los bonos o letras del tesoro alemán no van a darnos ni muchos goles ni muchos títulos, pero no se lesionan casi nunca y su valor en el mercado es tan líquido como notable.

•No caben muchas dudas tampoco sobre el hecho de que el Real Madrid habrá efectuado una estimación de los flujos de caja que el jugador –como activo- puede proporcionar. Analizando y anualizando los ingresos (de todo tipo -merchandising, derechos de imagen, etc-) y los gastos (ficha, primas, salario en especie, etc) relacionados con el jugador. Y añadiendo a todo ello un estudio en detalle del correspondiente impacto fiscal para sus arcas.

•A mayor abundamiento, todo lo anterior se habrá evaluado considerando diferentes escenarios: no es lo mismo que el Real Madrid obtenga todos los títulos en los que está compitiendo o que se deje alguno por el camino, etc.

•En alguno de los escenarios también se habrá hecho una estimación de cuál es el valor residual del activo Gareth Bale dentro de tres o cuatro años, cuantificando el precio al que eventualmente podría traspasarse el jugador en el mercado.

Lo que ha hecho el Real Madrid en definitiva es lo que todo buen empresario o inversor hace siempre a la hora de evaluar una transacción, máxime si ésta puede representar un desembolso relevante. Para ello, partiendo de una situación determinada de una empresa y de su negocio.

1.Se plantean los flujos de caja futuros (positivos-negativos) a recibir por el negocio o activo.
2.Se establece un horizonte temporal (el más común es de cinco años) y se proyectan los flujos netos estimados.
3.Se determina cómo puede ser el valor residual del negocio/activo –si procede- al término del horizonte temporal considerado.
4.Se consideran diferentes escenarios (optimista, neutro y pesimista).
5.Se mide el riesgo asociado al negocio/activo que se pretende comprar.
6.Se analizan las alternativas de financiación.
7.Se descuentan a valor presente los flujos de fondos de los próximos años a una tasa que considere tanto el coste de la deuda como el coste de capital (tasa ponderada con el riesgo del negocio)
8.Con todo ello habremos determinado el rango de valor de la operación, y después…
solo queda negociar inteligentemente el mejor precio posible.

Así pues, no conocemos todos los datos, pero probablemente este proceso o alguno muy similar es el que ha abordado el Real Madrid a la hora de plantearse el fichaje de un jugador como Gareth Bale. Las charlas de sobremesa y sus simpáticos tribunales sumarísimos sobre casi cualquier cosa forman la parte de la sal de la vida, pero, desde luego, si están pensando en invertir en algo, desde ADVALOREM les aconsejamos que evalúen la operación de la forma aquí descrita. Y si no pueden o no llegan, déjense ayudar por expertos que lo hagan.

viernes, 26 de julio de 2013

Tres errores críticos a evitar en la venta de un negocio (II)

En nuestro anterior post les anticipábamos el interés de ADVALOREM en compartir con ustedes en este Blog, lo que en nuestra opinión constituyen los tres errores críticos a evitar en la venta de una compañía.

Como decíamos, la planificación de salida (venta) de una compañía es casi inexistente en la mayoría de PYMES. En ese contexto confiamos en que la lectura de estos dos post le sirva de ayuda si usted está pensando en vender su empresa o negocio.

Establecíamos como Error Nº 1 el No conocer el verdadero valor de su empresa y el hecho de que de ello puedan depender varios miles, cientos o millones de euros de la transacción. (Post del 19 de julio) .Continuamos con dos posibles errores adicionales:


Error N º 2 - No tener la presentación de la compañía y el resto de documentos en orden

Nos sigue sorprendiendo la frecuencia con la que nos encontramos con dueños de negocios que tratan de vender sus empresas sin la documentación adecuada. Si la documentación es irregular o, peor aún, llena de errores, es muy probable que se alejen todos los compradores que se acercan.

Así pues, en la venta de una empresa, como mínimo tendrá que preparar tres documentos clave:

1. El infomemo o cuaderno de venta
2. El perfil ciego o teaser
3. El Acuerdo de Confidencialidad

Un infomemo es, sencillamente, la versión escrita del proceso de evaluación que discutimos en el Post que describíamos el Error N º 1. Por tanto, es más que simplemente su situación financiera. Un infomemo completo debe incluir lo siguiente:

• Una descripción detallada de la compañía, centrándose en las fortalezas.
• La historia completa de la empresa (especialmente los eventos importantes en los últimos cinco años).
• Un examen detallado de la organización, centrándose en los empleados clave - lo que hacen y por qué son clave.
• Un examen a fondo de los principales clientes, quiénes son y su relación con ellos.
• Una visión general de dónde se dirige la empresa durante los próximos cinco años y lo que se necesita para llegar allí (capital y personas).

Una cosa que siempre se deja fuera del infomemo es el precio. Nunca mencione precio en ninguno de los documentos. Deje que el comprador le diga lo que va a pagar.

En segundo lugar, un perfil ciego o teaser: es un resumen de dos páginas del cuaderno de venta. Este perfil es lo que se va a enviar a los compradores potenciales a fin de utilizarlo para captar su atención y hacer que se centren en lo que usted quiere transmitir acerca de su compañía. La confidencialidad es clave aquí. No mencione ni el nombre de la empresa ni su ubicación. En este documento es esencial amalgamar conceptos lo suficientemente generales como para preservar la identidad de la compañía, pero lo suficientemente específicos como para captar la atención de los compradores. Aunque no lo parezca, este es un reto fácil de superar.

Y con respecto al tercer documento, el acuerdo de confidencialidad, una vez que los compradores potenciales han recibido el perfil ciego y han mostrado su interés, es necesario que firmen un acuerdo de confidencialidad, antes de recibir el infomemo. Esto es vital porque, por desgracia, es probable que tenga competidores sin escrúpulos que traten de obtener su infomemo sólo para robar clientes o empleados, o recabar información.

No se salte este paso. Una buena documentación conllevará compradores. Documentación deficiente o errónea los espantará. Sin embargo, incluso la mejor documentación en el mundo no puede proteger del tercer error que suele cometer un empresario en la venta de una compañía…


Error Nª 3 - No estructurar adecuadamente la transacción

Es muy probable que nunca se haya sentado a la mesa con un comprador a negociar la venta de una empresa. Hasta este punto, el trato con el comprador puede haber sido cordial y hasta amistosa. Todo esto puede cambiar a medida que los compradores profesionales trabajan para comprar la compañía por la menor cantidad de dinero a través de la estructura de acuerdo que más los favorece. Tres o cuatro consejos para usar en esta fase:

• No estar de acuerdo en los detalles demasiado rápido: siempre es bueno tomar un descanso para pensar en las consecuencias.
• Evitar tomar nada personalmente: recuerde que esto es un negocio.
• Evitar pasar demasiado tiempo en la negociación, al punto que usted descuide su negocio, a sus clientes y a sus empleados.

Cuando usted se siente a negociar su contrato con un comprador, recuerde una cosa: los compradores profesionales compran un montón de empresas cada año. Así que saben perfectamente cómo negociar el mejor acuerdo para las organizaciones para las que trabajan. Ellos no van a “mirar” por usted y sus intereses. No hay que esperar que lo hagan.

A menudo, los vendedores se obsesionan únicamente por el precio de la transacción, mientras que dejan de lado la importancia de la estructura global de venta del negocio. Planificar correctamente una operación, sus términos y condiciones, es tan importante como la negociación del precio.

Para un propietario que esté interesado en permanecer parcialmente involucrado en el negocio objeto de la venta, es crítica la estructuración de un adecuado earn out o la configuración de un contrato de trabajo beneficioso.

Para un vendedor que acceda a vender a plazos (liquidez parcial), la estructuración de una transacción sobre las acciones permitirá a la empresa aprovechar el tratamiento favorable de impuestos diferidos. Hay que tener en cuenta que, en términos generales, los compradores prefieren la compra de activos y los vendedores la venta de acciones.



La mejor manera de evitar todos los errores: conocimientos

Como se puede ver, cada uno de estos errores es fácil de cometer. Después de leer acerca de ellos, muchos de ustedes posiblemente se habrán convencido de que contar con la ayuda de una firma de asesoramiento en transacciones es en realidad la única opción real a contemplar. De cualquier forma, no importa lo que decida hacer - ir por libre o elegir unos asesores de transacciones para ayudarle -, le recomendamos dos líneas de actuación:

• Aprenda todo lo que pueda sobre el proceso de fusiones y adquisiciones antes de sumergirse en uno.
• Obtenga los servicios de una firma de asesoría de transacciones (NO una asesoría o gestoría contable-fiscal, que sirven para otros menesteres); y ello, a no ser que tenga unas 1.000 horas de tiempo de sobra en el próximo año o año y medio.

Mucha suerte y buena venta!


viernes, 19 de julio de 2013

Tres errores críticos a evitar en la venta de un negocio (I)

En el curso de nuestro desempeño profesional, a menudo somos confidentes de muchos dueños de empresas que nos cuentan historias de terror acerca de la forma en que en el pasado trataron de vender sus negocios sin contar con asesoramiento experto adecuado. Y es que desafortunadamente, hasta hace no muchos años la planificación de salida (venta) de un compañía era casi inexistente en la mayoría de PYMES. Si usted es titular de una empresa o negocio y está pensando en venderlo, le invitamos a descubrir en una serie de post dentro de este blog lo que en nuestra opinión constituyen los tres errores críticos a evitar en la venta de una compañía. Vamos con el primero

Error Nº 1: No conocer el verdadero valor de su empresa

Cuando un empresario decide vender su compañía se enfrenta a la decisión profesional más importante de su vida: es el momento en el que se materializa el valor acumulado de su inversión y el esfuerzo de muchos años. En este trance, para un propietario resulta crítico contar con una valoración especializada de su negocio, (y por ende, de su paquete accionarial), ya que será una referencia inmejorable para abordar el proceso de negociación: la valoración es el precio mínimo por debajo del cual, nunca se debería aceptar una oferta. A la hora de vender por tanto, el hecho de que un dueño de empresa no tenga ni idea de lo que vale su negocio, pero se arrogue la capacidad de hacerlo sin la ayuda de asesores expertos, puede desembocar en dos peligrosísimas equivocaciones:

La primera (y bien frecuente), pasa por la samaniega “cuenta de la lechera” típica de muchos propietarios que atribuyen un valor desmesurado a su empresa, al socaire de su visión autárquica; este tipo de valoraciones jactanciosas acarrean expectativas de precio infundadas, lo que en la práctica conlleva menospreciar ofertas que sí están “en rango de valor de mercado”. Obvia decir que la penitencia derivada de semejante raciocinio es, sin más, perder dinero. O dejar de ganarlo, que viene a ser lo mismo.

En el lado contrario, nos encontramos con empresarios que, llevados por la necesidad en la mayoría de los casos o la ofuscación en otros, subestiman el valor de su negocio al tomar la decisión de “sacarlo al mercado”. La resultante en este caso, es parecida a la del punto anterior, si no peor.

Así que asumiendo que usted tiene un negocio, el primer paso fundamental en la venta de su empresa es la determinación de su valor económico. Y ello, teniendo SIEMPRE en mente un principio fundamental: los potenciales compradores profesionales están comprando el futuro, de su negocio, no su pasado. ¿Qué significa eso? Significa que sus asesores deben poner de manifiesto, cuantificar y ponderar ese futuro. ¿Cómo? En dos direcciones: la del retorno a la inversión en términos de flujo de caja de los próximos años (valoración propiamente dicha) y la de las posibles sinergias. Ambas son críticas. La primera, que tiene que ver con proyecciones financieras y el establecimiento de una adecuada tasa de descuento (riesgo). Como ya hemos referido en otras ocasiones, es una tarea no extraordinariamente difícil, pero sí laboriosa y técnica, a la que necesariamente hay que complementar con experiencia.

Si hablamos de SUS MAJESTADES las sinergias, aludimos tanto a las fortalezas y debilidades del negocio que se vende, como a las inherentes a los potenciales compradores. De saber o no conjugar ambas (haciendo literalmente de la necesidad, virtud) pueden depender varios miles o varios millones de euros de la transacción.

Asegúrese que los asesores profesionales que elija para acompañarle en la transacción de venta de su negocio tengan bien en cuenta todo lo mencionado anteriormente. Y en esto, en realidad tan solo hablamos de dinero. Y, como dijo una vez George Bernard Shaw… "El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa".

jueves, 11 de julio de 2013

Diez consejos útiles y prácticos para ganar dinero

Si usted tiene una empresa, es muy posible que valore en poco el que podamos sugerirle alternativas para que su negocio como tal vaya mejor. De hecho, planteadas 100 cuestiones acerca de la oportunidad de las actuaciones que está llevando a cabo su compañía, seguramente en el 80% de ellas usted tendría las respuestas adecuadas. Pero en el 20% restante creemos que le podríamos generar dudas al proponerle maneras adicionales de aumentar su beneficio y mejorar su posición financiera.

A título de ejemplo, le invitamos a hacerse las siguientes preguntas:

1. ¿Está usted amortizando a máximos fiscales? No hacerlo cuesta dinero. Pida que le calculen la diferencia de hacerlo de una u otra manera y que le informen por tanto de cuánto dinero puede ahorrarse.

2. ¿Está seguro de que está valorando bien, a efectos contables y a efectos fiscales, sus activos a largo plazo? ¿Tiene elaborados los “test de impairment” de su inmovilizado?. ¿Tiene una idea de cuánto se podría ahorrar en el pago de impuestos? Si lo hace le espera otra sorpresa positiva.

3. ¿En determinados ámbitos expertos se suele decir que las Existencias son “el fondo de maniobra” para resolver determinadas situaciones. No olvide que la valoración de este epígrafe del balance influye en el resultado y en la determinación de la carga fiscal. ¿Ha probado a simular con los diferentes métodos de valoración como quedarían en este año sus “magnitudes clave”? Pida que le hagan una simulación y le determinen el rango de posibilidades que se le ofrece. Quizá se extrañe al ver los resultados.

4. ¿Tiene establecido un sistema de “barridos” de sus posiciones financieras con los bancos? Es imprescindible para minimizar el pago de intereses por las deudas financieras. Cuando compruebe el ahorro que puede obtener no dudará en establecer el sistema.

5. ¿Tiene bien documentadas las transacciones de todo tipo (retribuciones, compras, ventas, préstamos, anticipos etc) entre la sociedad y sus accionistas? Pida que le elaboren un inventario detallado de todas sus posiciones personales con la empresa y asegúrese de que tiene elaborada la información oportuna. No cualquiera, la oportuna.

6. A la hora de pedir financiación, ¿tiene claro cuál es el camino crítico que decidirá si se la conceden o no? ¿Identifica bien el "driver" que le pude llevar a conseguir una nueva financiación o la refinanciación adecuada de sus posiciones? No es cierto que la banca no esté concediendo préstamos.

7. Como todos sabemos, las Necesidades Operativas de Fondos (clientes más existencias y menos proveedores) necesitan ser financiadas. Y por tanto tienen un coste financiero que la empresa paga inexcusablemente. ¿Ha probado a calcular cual es el coste de su circulante comercial neto? Pida que se lo calculen. Cuando le informen de lo que le cuesta al año le faltará tiempo para revisar si lo tiene minimizado al máximo posible. Sin duda.

8. No todas las empresas están en pérdidas. Ni todas las pérdidas son “de la misma calidad”. En todo caso, ¿tiene usted una idea de “cuánto valen” sus pérdidas? ¿Sabe qué hacer con ellas? ¿Le gustaría saberlo?

9. Si usted tiene, un hotel, una fábrica, una empresa de servicios, una explotación agrícola o ganadera… un negocio en definitiva, ¿tiene una idea, que pueda defender documentalmente ante un tercero, de cuál es su valor? ¿Tiene usted claro que para que le den financiación hoy en día es un documento fundamental? No se olvide que si está pensando en vender su empresa, de tener a no tener una valoración previa, puede haber miles, o cientos, o millones de euros de diferencia. Ni lo olvide ni lo dude.

10. ¿Ha probado a incorporar a su consejo de administración a alguna persona con experiencia dilatada en el ámbito de las finanzas empresariales? Puede encontrar de esta forma un complemento ideal a su expertise en el negocio. No se puede saber de todo.

Nuestra firma hace esas preguntas, y otras, a los clientes que han depositado su confianza en nosotros. No son un tratado de economía empresarial pero sí representan consejos prácticos para que un empresario y su empresa ganen dinero. De estos temas pueden estar seguros que sí sabemos en ADVALOREM.

lunes, 17 de junio de 2013

El Capital Riesgo y la Valoración de Empresas

En un momento como el actual, en donde el arroyo del crédito bancario baja mustio (el exiguo caudal que lleva se dirige a apagar la sed de las Administraciones Públicas -el ya tristemente famoso efecto crowding out-), y en donde acceder a los mercados de capitales es casi ilusorio (el MAB es, hoy por hoy, una plaza ilíquida y con encefalograma plano), no cabe duda de que el acceso al capital riesgo (private equity*, venture capital*, business angels*) es, una de las pocas formas de financiación que van quedando.
*Técnicamente existen importantes matizaciones entre los conceptos Private Equity, Venture Capital o Business Angels, aunque en este post, y para no detenernos a dogmatizar, nos referiremos al conjunto de estas figuras como Capital Riesgo (CR)

Lo cierto es que tampoco se puede decir que el CR esté pasando por el momento más álgido de su existencia… (el middle market sobre todo, está prácticamente dormido en estos momentos) pero hay que reconocer que al menos, sí se presenta como una solución posible a uno de los principales retos que encuentran empresas de tamaño mediano o reducido (PYMES): encontrar fondos para hacer frente a fases de arranque o expansión. En otros casos, el CR cobra carta de naturaleza también en operaciones de reestructuración financiera o de cambio en la disposición accionarial. A esta tendencia reciente ayuda también la propia coyuntura económica: la desconfianza en los mercados de renta variable y la escasa rentabilidad de la fija, hace que el CR sea para los inversores un activo alternativo cuyo binomio rentabilidad-riesgo puede resultar francamente interesante.

Pero si hablamos de CR, uno de los temas de rabiosa actualidad en los foros financieros y empresariales es el Anteproyecto de Ley por la que se regularán las entidades de capital-riesgo y otras sociedades de inversión y sus sociedades gestoras, que vendrá a derogar la vigente ley de 2005. Y es que se acerca una reforma sustancial en el marco legislativo y administrativo del régimen hasta ahora vigente para este tipo de vehículos. Este futuro cambio está en línea con la transposición de la Directiva 2011/61/UE, relativa a los gestores de fondos de inversión alternativos (también conocida como la AIFMD) que debe realizarse por los Estados Miembros antes de julio de 2013, y como no, con los reglamentos ya aprobados en abril de este año (Reglamentos (UE) números 345 y 346/2013).

El anteproyecto incorpora novedades muy importantes. De ellas, hoy en el blog queremos hacer hincapié en dos de ellas:

- La primera, es la aparición de nuevas formas jurídicas de entidades de inversión. Así, además de nuestras “seculares” sociedades de capital riesgo, la Ley contemplará otro tipo de vehículos, más pequeños y de estructura más sencilla que los actuales: los FONDOS DE CAPITAL RIESGO PARA PYMES. Estas entidades, podrían convertirse en un potencial revulsivo para la financiación de las compañías medianas y pequeñas, ya que deben mantener, al menos, el 70% de su activo en instrumentos financieros que suministren financiación a “sus PYMES” (menos de 250 trabajadores) objeto de actividad, a cambio de tratamiento fiscal privilegiado. Veremos cómo va calando esta nueva identidad entre los inversores, pero sin duda nos parece positiva y necesaria la iniciativa de acercar el CR a las empresas de menor tamaño. El Anteproyecto también contempla la existencia de otras entidades como OSI (Otras Sociedades de Inversión), los FCRE (Fondos de Capital Riesgo Europeos) o los FESE (Fondos de Emprendimiento Social Europeo).

- La segunda modificación que nos parece reseñable, se refiere a las SGEIC (SOCIEDADES GESTORAS DE ENTIDADES DE INVERSIÓN COLECTIVA), distintivo que viene a sustituir a las actuales Gestoras de ECR. En torno a esta nueva figura, si bien a nuestro juicio de forma algo timorata, se puede producir un reconocimiento legal de la función de valoración de empresas. La Ley obliga a las SGEIC a que la función de valoración la realice un experto valorador independiente. Parece abrumadoramente sensato que sea así, porque estamos hablando de evaluar compañías no cotizadas (y por ende, con carga de incertidumbre en la valoración) y, sobre todo, porque garantiza la independencia de las valoraciones en beneficio de los inversores:
Artículo 17: La valoración se desempeñará de forma imparcial y con la competencia, atención y diligencia debidas…

Se prevé un registro en la CNMV de entidades que realicen dicha función. Veremos en qué condiciones y quién puede acceder a dicho registro, aunque a priori, la excelencia técnica no parece ser, ni mucho menos, el dato discriminador para formar parte del futuro registro. Baste decir que el apartado 9 del mismo artículo 17, la CNMV ya va haciendo un más que preocupante "preaviso de intenciones", cuando afirma:
Cuando la función de valoración no sea desempeñada por un valorador externo independiente, la CNMV podrá exigir a la gestora que sus procedimientos de valoración y/o sus valoraciones sean verificados por un valorador externo o, en su caso, por un auditor
Cuesta creer, por no decir que es realmente inaudito, que se asimilen los conceptos de experto valorador de empresas con el de auditor. Rotundamente y sin lugar a dudas, NINGUNA de las muchas y estupendas aptitudes que adornan a un auditor tiene ABSOLUTAMENTE NADA QUE VER con la valoración de empresas o negocios.

En fin. Habrá que estar pendientes a las enmiendas que se vayan introduciendo durante la tramitación de la Ley. Pero en cualquier caso, con sus tachas y fallos de bulto (como el mencionado en el apartado anterior) en ADVALOREM pensamos que es una buena iniciativa. Ojalá sirva para poder canalizar fondos de más y más diversos inversores hacia las PYMES .

martes, 21 de mayo de 2013

Empresas: rentabilidad y tamaño

En cualquier negocio, monitorizar el flujo de dinero y medir su rentabilidad son herramientas fundamentales para asegurar una gestión mínimamente cabal. Al respecto, existen diversos indicadores que nos pueden ayudar. Una medida muy sencilla y no por ello menos usada en Finanzas y Valoración de Empresas es la denominada Rentabilidad del Capital Empleado o más comúnmente conocida por su acrónimo en inglés ROCE (Return On Capital Employed). Este ratio mide la rentabilidad que está aportando un negocio, sea cual sea el origen de los fondos utilizados para su adquisición/financiación. Es decir, el ROCE da una idea de lo buena o menos buena que es una empresa en sí, independientemente de su grado de apalancamiento.

Para un ejercicio anual, si quisiéramos realizar un cálculo aproximado de este indicador, deberíamos llevar a cabo la siguiente operación:

-En el numerador, consideramos el Resultado de Explotación de la empresa/negocio, deduciéndole el porcentaje correspondiente a la tasa fiscal que le aplique (hablamos de rentabilidad “después de impuestos”)

-En el denominador, al Activo No Corriente le añadimos el Activo Corriente de carácter comercial -básicamente Deudores + Existencias menos Acreedores No Financieros (cifras a cierre de período)

-El cociente entre las dos magnitudes anteriores determina en porcentaje la rentabilidad que está obteniendo el negocio

El ROCE es autoexplicativo de forma intrínseca, por lo que observar la tendencia que ha seguido en una compañía en los últimos años resulta tremendamente indicativo; pero para identificar las palancas adecuadas, es necesario desagregar, analizar y ponderar concienzudamente sus distintos componentes (tasa fiscal, nivel de depreciación de los activos*, volumen de inversiones, etc)
*El principal inconveniente del ROCE es que mide el retorno de una inversión usando el valor en libros de los activos. A medida que éstos se deprecian el ROCE aumentará a pesar de que el flujo de caja se haya mantenido igual. Por lo tanto, las empresas con mayores activos depreciados tienden a tener un mayor ROCE que los nuevos. Además, mientras que el flujo de caja es afectado por la inflación, el valor contable de los activos no lo está. Por lo tanto los ingresos aumentan con la inflación, mientras que el capital empleado generalmente no lo hace. En el análisis, hay que aislar ambos efectos.

Para una compañía en concreto, además del análisis horizontal del ratio, resultan también muy elocuentes los benchmarking sobre los correspectivos de sociedades parecidas dentro de un sector, mercado o zona. A modo de ejemplo, si quisiéramos contrastar la rentabilidad de una empresa castellano-leonesa con las del conjunto de tamaño similar al suyo en la región, ésta tabla elaborada por ADVALOREM nos sirve de gran ayuda:

©ADVALOREM 2013

De los promedios anteriores también se pueden obtener indicios acerca del global de negocios de Castilla y León. Como se puede observar, a partir de 2007 la rentabilidad de la inversión se ha desplomado en todos los segmentos analizados, siendo especialmente delicada la situación en los colectivos de compañías más pequeñas, que son por cierto mayoritarias en la Comunidad (ver post de este blog: España 2 - Castilla y León 2 (1er tiempo) de 25 de marzo de 2013).

Debería ser motivo de reflexión la correlación tan positiva que existe entre la dimensión de las compañías y el retorno a la inversión que generan. Y es que las cifras son tozudas: tamaño y rentabilidad van habitualmente de la mano en el mundo de los negocios. En este escenario, y en un país donde el tejido empresarial está ya de por sí extraordinariamente atomizado, no deja de ser pintoresco el aluvión de ideas o iniciativas públicas encaminadas a promover la tan hoy en día manida figura del emprendedor. Es sin duda éste un grupo saludable para dinamizar determinados sectores de la economía, y los impulsos en pos de fomentar muchos de sus proyectos solo se pueden tachar de positivos. Pero ante la elocuencia de los números, sorprende la poca porfía de las Administraciones por intentar poner remedio a la fragmentación del tejido empresarial español, máxime cuando se es consciente de que esa estructura cabalga obstinadamente sobre un retorno a la inversión casi paupérrimo. Cuatro empresas unipersonales no suficientemente rentables pueden constituir una empresa rentable. La situación que vivimos y que debemos afrontar en los próximos años requiere en muchos casos que para poder sobrevivir haya que explorar alianzas. Para distribuir costes de estructura, para generar economías de escala y para complementar el conjunto de productos y servicios ofrecidos a los clientes. Por todo ello de veras cuesta creer que brillen por su ausencia los estímulos, medidas, políticas fiscales, etc destinadas a fomentar operaciones de fusión, asociación o unión de empresas. Ojalá este post sirva como granito de arena al respecto.

martes, 7 de mayo de 2013

Los sectores mejor pagados de la economía

Si usted es uno de los 16 millones de asalariados de este país, es posible que la tabla de este post le pueda orientar a la hora de saber cómo compara su retribución anual con la media del sector en el que se ubica su empresa. Las cifras, elaboradas por ADVALOREM según datos del Instituto Nacional de Estadística, son promedios anuales por persona y colectivo. Obvia reseñar que al ser la media una medida estadística “central”, es acusadamente sensible a los valores extremos, aunque ello no altere su rigor matemático en absoluto. Por la misma razón y para interpretar los datos en clave adecuada, sobra decir que factores como la capacitación-formación, experiencia, rango o puesto jerárquico hacen amplia la dispersión salarial dentro de cada industria y deben por ende ser tenidos en cuenta en cualquier análisis comparativo.

La tabla y sus números son suficientemente auto explicativos. Seguramente al lector no le llame la atención el liderazgo resuelto del Sector de actividades financieras y de seguros, que alcanza año tras año la mayor retribución bruta por asalariado y ejercicio, hasta llegar a 61.689 euros en 2011. Los emolumentos anuales de los trabajadores de la Información y las Comunicaciones se ubican en segundo lugar en el ranking, aunque a cierta distancia (casi 14.000 euros/año). Es probable que la capacitación y/o cualificación asociada a la mayoría de empleados de estos sectores se vea lógicamente refrendada con estas diferencias de sueldos.

Resulta cuando menos, elocuente, el brillante tercer puesto de los salarios de los empleados públicos: no solo están muy por encima de la media nacional, sino que tienen nada menos que siete sectores por debajo en la clasificación.

También parece significativa la posición en la que nos topamos con las remuneraciones del Sector de Construcción. Parece que la crisis que efectivamente atenaza a este sector no ha afectado tanto a los salarios de sus empleados (en promedio), como quizás cabría conjeturar.

Por último, el sector primario, que incluye agricultura, pesca, ganadería y silvicultura, es el que cuenta con los haberes promedio por empleado más bajos.


Fuente: Elaborado por ADVALOREM a partir de datos públicos del INE
© ADVALOREM 2013

lunes, 15 de abril de 2013

España supera a Alemania

España supera a Alemania en número de empresas registradas. De acuerdo con EUROSTAT (la oficina estadística de la Unión Europea) España tiene 377.591 empresas más que Alemania. Es posible que ustedes alberguen la duda de si el dato en sí mismo es un indicador bueno, malo o indiferente; o que incluso se pregunten la importancia que podría tener de cara a explicar el problema de desempleo que padece el estado español. Ni mucho menos este post pretende esclarecer todas las dudas, tan solo aspira a aportar algunos datos adicionales para que puedan establecer alguna comparación entre la realidad económica y empresarial de ambos territorios.

Alemania es el país con mayor población de la Unión Europea. Sus 81,8 millones de habitantes constituyen el 16,2% de la UE27. Su economía es aun más representativa en el conjunto, ya que su PIB alcanza el 21,1% del total. España, con 46,2 millones de habitantes que significan el 9,2% del total, es también uno de los países populosos de Europa. El PIB sin embargo, supone solo el 8,4% de la UE27. Ahora bien, ¿cómo es el entramado empresarial alemán y cómo compara con el español?:


Fuente: Elaborado por ADVALOREM a partir de datos publicados por Eurostat
(1) Incluye datos de 2011 relativos a empresas del sector privado y no financiero.
(2) Población del pais al 1 de enero de 2012
(3) Microempresa incluye a las compañías que tienen entre 0 y 9 empleados; Pequeña empresa engloba a las que cuentan con entre 10 y 49 trabajadores; Mediana empresa, con plantilla en el tramo de 50 y 200 asalariados; Empresa Grande refiere a aquellas que emplean a más de 200 personas
De la observación del cuadro anterior se desprende lo siguiente:

•La densidad empresarial de España es más del doble de la alemana. Si en Alemania existen 256 empresas por cada 10.000 habitantes, en España el ratio es de 536.

•España tiene más Microempresas que Alemania y sin embargo en los siguientes escalones (pequeñas, medianas o grandes) es Alemania la que nos supera en número de empresas.

•Las empresas alemanas crean más empleo que las españolas. La empresa media española tiene 5 empleados y sin embargo la empresa media alemana tiene 12 empleados.

•Lo mismo ocurre en cuanto al valor agregado que generan las empresas de uno y otro país. La empresa media española genera un valor añadido de 200.000 euros mientras que la alemana nos supera en más de tres veces.

Se constata por tanto que sí existen diferencias entre el entramado empresarial español y el alemán. Por supuesto los países deben adaptarse a las realidades sociales y estructurales de cada uno de ellos. Pero no es menos cierto que, en economía al menos, siempre hay que observar lo que hace el líder y valorar el éxito o fracaso de sus actuaciones.

lunes, 1 de abril de 2013

¿Cuánto vale un negocio?

Es evidente que los propietarios de una empresa, más tarde o más temprano, deben interrogarse sobre cuál es el valor de su negocio. En muchas ocasiones, por razones relacionadas con la necesidad de evidenciar el valor de la compañía ante terceros: baste decir, que más del 80% de los estudios de valoración de empresas que efectuamos en ADVALOREM constituyen el argumento cardinal de negociación cuando iniciamos un proceso de:

-Venta a un tercero del total o de un porcentaje del negocio
Al enajenar una empresa, ya sea en su totalidad o de manera parcial, es obvio que el importe que se obtiene al vender –precio- responde a la ulterior negociación que se desarrolla entre comprador y vendedor; pero nuestra experiencia nos dice que en la confrontación de las respectivas posiciones, en la práctica las dos partes obedecemos muy mucho a la valoración previa. De ahí que en una desinversión de negocio cobra verdadera carta de naturaleza disponer de una horquilla de valor de empresa bien construida y argumentada (con sensibilidades y escenarios) que nos sirve de piedra angular de réplica ante cualquier argumento.

-Ampliación de capital
En la obtención de recursos propios (para hacer frente a nuevas inversiones o sencillamente para inyectar fondos que fortalezcan el patrimonio del negocio), el precio de entrada para los nuevos accionistas viene encuadrado dentro del valor que respectivamente empresario e inversores otorgan a la empresa afectada. De manera que en este tipo de transacciones, vuelve a ser crucial para las respectivas partes el hecho de contar con una valoración profesional y ajustada de las acciones o participaciones de la compañía.

-Fusión entre dos empresas
En caso de fusión entre compañías y junto con los detalles fiscales, el acuerdo de la ecuación de canje —correspondencia entre las acciones entregadas de cada empresa fusionada y las recibidas de las resultantes de la fusión— es absolutamente crítico, y responde siempre a las valoraciones que atribuimos a las empresas participantes en la fusión.

-Sucesión en empresas familiares
En los casos de transmisiones hereditarias en los que tenemos el mandato de distribuir el patrimonio de un empresario entre sus legatarios, siempre realizamos una valoración global de la compañía para lograr la igualdad económica entre las partes de la herencia y poder cuantificar adecuadamente lo percibido por cada cual.

Aparte de las razones expuestas, en ADVALOREM recibimos cada vez con mayor frecuencia encargos de valoración de negocio que no están estrictamente asociados a las razones anteriores. Y es que dentro de los nuevas prácticas de buena administración gerencial, va haciéndose habitual que un empresario cuantifique periódicamente el valor de su compañía. Básicamente por dos motivos genéricos. Uno, porque un informe de valoración completo le proporciona datos cruciales sobre su negocio, como la medición de la utilidad que le reportará en el futuro para tomar decisiones (seguir, no seguir, vender, alternativas de inversión, etc) en función de ella. Dos, porque la evolución que siga el valor de su empresa le informará del grado de acierto de la gestión de sus directivos o gerentes.

Algunos reconocidos gurús de la valoración, se atreven a afirmar (de forma ciertamente presuntuosa), que la valoración de empresas es una combinación de ciencia y arte. En ADVALOREM creemos que calcular el rango de valor económico de un negocio es una tarea laboriosa caracterizada por un alto componente técnico al que forzosamente hay que complementar con experiencia empresarial previa y sentido común. A nuestro juicio, esos deben ser los pilares de actuación de cualquier valorador.

En el polo opuesto aún sobreviven algunos empresarios reacios a utilizar análisis cuantitativos o de rentabilidad para conocer el valor de su empresa, abandonando la medición al albur de su visión subjetiva (y por tanto sesgada) del negocio con raciocinios del tipo de "¿quién va a saber mejor que yo lo que vale mi empresa?", o bien... "a mi, que llevo con esto toda la vida… no me hace falta hacer números para saber el valor de mi negocio". Obviamente la decisión compete a cada cual. En el fondo, vender una compañía, como vender cualquier cosa, es relativamente sencillo. Todo se puede vender y de hecho se vende. Cosa distinta es, cómo, y a qué precio. Por ello, a la hora de efectuar una venta, o cualquiera de las transacciones a las que nos hemos referido anteriormente, nosotros desaconsejamos claramente las evaluaciones particulares (no expertas) en donde el componente afectivo prepondera sobre el racional técnico y objetivo, ya que suele ser pasto rápido de algunas aves rapaces hambrientas de... tasaciones "espirituales".

En definitiva, que tal vez haya que poner en tela de juicio el conocido refrán español: "El ojo del amo, engorda el caballo". Pues verán... a veces. Y a veces, no.

lunes, 25 de marzo de 2013

España 2 - Castilla y León 2 (1er tiempo)

Guiado por el título, puede que usted haya llegado hasta aquí con intención de leer la crónica de un partido de fútbol entre las selecciones de España y de Castilla y León. Lamentamos defraudar sus expectativas, pero nos hemos permitido la licencia de encabezar este post con un símil deportivo que bien puede reflejar el resultado de una hipotética contienda estadística (que no balompédica) entre las empresas españolas y sus homólogas castellano-leonesas. El propósito de este post, es por tanto compartir con nuestros seguidores un vistazo a la estructura del entramado empresarial de la comunidad autónoma, confrontándola además con el agregado nacional... ¿nos acompañan en este recorrido?

Para analizar la composición del tejido empresarial en Castilla y León, y poder contrastarla con el global español por sectores productivos-número de empleados, hemos utilizado la información que nos proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE). Todo ello contribuirá a aproximarnos al grado de especialización productiva de algunos sectores (tanto en el país como en la región) y a explicar por comparación, las carencias o deficiencias de otros.

A enero de 2012, Castilla y León cuenta con 164.994 empresas sobre un total de 3.199.617 existentes a la misma fecha en España. En otras palabras, el 5,2 por ciento de las empresas españolas son castellano-leonesas, con la siguiente estructura:

Elaborado por ADVALOREM a partir de datos del INE. Información referida a 1/1/2012 ©2013
1 No se incluye en la información: el sector primario, las administraciones y servicios públicos, las actividades de los hogares y los organismos extraterritoriales.
2 Incluye: actividades financieras y de seguros; educación, actividades sanitarias y de servicios sociales; actividades artísticas; actividades recreativas de entretenimiento; actividades personales y de carácter asociativo.

A simple vista y según esta segregación, parece evidente que la distribución e importancia de las distintas actividades empresariales en Castilla y León no difiere de manera relevante con la observada en el global español, constatándose que:

a) las proporciones relativas de sectores castellano-leoneses como Industria, Construcción y Otras actividades, son muy similares a las estatales.

b) España es un país “consagrado” fundamentalmente a los Servicios; y aunque Castilla y León está algo menos tercerizada que el agregado nacional (tres centésimas por debajo), bien podemos encasillarla en el mismo genotipo empresarial.

Pero si el lector sube con nosotros un peldaño más en el análisis, sí descubrimos cómo descomponiendo las empresas en sus diferentes subtipos (ver post de este blog: La importancia de llamarse PYME… de 20 de marzo de 2013), por encima de las grandes semejanzas, surgen divergencias expresivas entre ambos colectivos:


Elaborado por ADVALOREM a partir de datos del INE. Información referida a 1-1-2012 ©2013

1 No se incluye en la información: el sector primario, las administraciones y servicios públicos, las actividades de los hogares y los organismos extraterritoriales.
2 Incluye: actividades financieras y de seguros; educación, actividades sanitarias y de servicios sociales; actividades artísticas; actividades recreativas de entretenimiento; actividades personales y de carácter asociativo.
3 Microempresa incluye a las compañías que tienen entre 0 y 9 empleados; Pequeña empresa engloba a las que cuentan con entre 10 y 49 trabajadores; Mediana empresa, con plantilla en el tramo de 50 y 200 asalariados; Empresa Grande refiere a aquellas que emplean a más de 200 personas

La elocuencia de los datos sirve para refrendar una vez más que las células del epitelio empresarial (tanto en España como en Castilla y León) se componen fundamentalmente de PYMES, ya que Micro, Pequeña y Mediana suponen respectivamente más del 99,8% del total. Pero, constatada esta circunstancia, si escudriñamos los detalles por actividad resulta revelador cómo, dentro del sector Industria, los subgrupos de MEDIANAS y GRANDES compañías ocupan en la comunidad castellano-leonesa un peso relativo considerablemente mayor que el de sus homólogas en el resto del país. Siendo conocedores de la realidad empresarial de la región por la interacción con nuestras sociedades cliente, en ADVALOREM creemos que esos dos estratos se encuentran algo subvertidos al concentrarse en ellos corporaciones manufactureras de la envergadura de Renault España (diferencial), Grupo Antolín, Europac, Benteler, Siro, Gullón, Leche Pascual o Lingotes Especiales por referirse a algunos ejemplos.
Como segundo dato distintivo, merece la pena reiterar que a pesar de que Castilla y León comparte con el conjunto nacional su condición de economía tercerizada, la disposición del puzzle empresarial en la región se conforma de piezas algo más pequeñas en los tramos superiores de la serie. En este caso, sin duda la radicación de los grandes grupos de servicios españoles fuera de los confines de la comunidad autónoma justifica la mayor atomización del sector en ella.

Los parámetros analizados hasta aquí conforman un recorrido cualitativo sobre la estructura del mapa empresarial castellano-leonés y sus coordenadas con respecto al de España. Pero tal vez esta singladura quedaría incompleta sin una percepción “crematística” de los datos, por lo que se hace necesario incorporar una referencia que nos ayude a monetizarlos. Para ello, obvia decir que las alternativas son variadas, si bien en esta ocasión hemos elegido como magnitud comparativa el Producto Interior Bruto a precios de mercado 2012 de ambos territorios.

Elaborado por ADVALOREM a partir de información publicada por el INE ©2013 ADVALOREM

1 No incluye el Sector primario ni los Impuestos netos sobre los productos
2 Incluye actividades financieras y de seguros, educación, actividades sanitarias y de servicios sociales, actividades artísticas, actividades recreativas y de entretenimiento y actividades personales y de carácter asociativo

Las cifras en uno y otro colectivo sugieren algunas conclusiones. La primera y fundamental es la desproporción evidente que existe entre los porcentajes numéricos de empresas existentes en cada sector y sus correspectivos de aportación económica al PIB: Industria y Otras actividades, por bienaventurado exceso, y Construcción y Servicios, por doliente defecto. Los números por tanto, hablan por sí solos acerca de la gran calidad del valor monetario de la producción de bienes y servicios que nuestras empresas industriales y negocios dedicados a actividades sanitarias, financieras, de seguros, recreativas o de entretenimiento aportan a nuestra economía. Y esta condición, se da en mayor medida aún en Castilla y León (en Industria, el 8% de empresas aportan un 22% de PIB) que en el conjunto nacional (un 7% vs. 17%). Tiene por tanto la comunidad castellano-leonesa, un sector industrial conformado con empresas algo mas grandes que el global nacional, y que aportan un caudal pecuniario sobresaliente.
Las caras tristes de la moneda son, por un lado, el sector de la Construcción, con valor añadido cualitativo inferior en ambos colectivos: un 14% vs. 9% para las empresas españolas, y un 17% vs. 10% en el caso de los negocios castellano-leoneses. Algo similar podemos concluir del sector Servicios, que siendo en ambos colectivos mayoritario en número de sociedades adscritas, no se acompasa con la misma proporción de eficiencia económica: en España un 62% de empresas “solo” aportan un 47% del PIB, y en Castilla-León este ratio es de 59% vs. 38%. Todo lo anterior compone un cuadro comparativo en esta "contienda" empresarial España vs. Castilla y León que podría resumirse enfrentando el Valor Añadido Bruto Promedio por empresa de cada sector:


Elaborado por ADVALOREM a partir de datos del INE. Información referida a 2012 ©2013
En próximos posts en este blog, desde ADVALOREM seguiremos intentando ilustrar a nuestros queridos lectores acerca del entramado empresarial español, siempre con especial atención al castellano-leonés. Ojalá que, junto con sus siempre bienvenidos comentarios o aportaciones, convirtamos esta bitácora en un punto de encuentro para conocer mejor la realidad de los negocios en ambos territorios. Quedamos emplazados pues, para próximas citas en este foro.

miércoles, 20 de marzo de 2013

La importancia de llamarse PYME...

En la actualidad, existe un amplio consenso, tanto desde el ámbito popular como desde la esfera académica, en considerar a las empresas como el eje central de desarrollo económico de una región. A mayor abundamiento, poco a poco se ha ido poniendo en valor el papel que desempeñan las PYMES frente a la gran empresa tradicional, atribuyendo a las primeras una relevancia verdaderamente inédita hasta hace bien pocos años, siquiera solo por su aportación al empleo y, en consecuencia, por su contribución al desarrollo endógeno de la economía.

Pero es hora de reconocer que en este contexto, el término PYME (Pequeña y Mediana Empresa) se utiliza a veces sin excesiva precisión. Y en ADVALOREM creemos que es importante entender la realidad empresarial que se esconde detrás de la palabra PYME, aunque sólo sea para interpretar adecuadamente muchas de las estadísticas que publicamos a menudo tanto firmas de consultoría o bancos de inversión como medios de comunicación e instituciones públicas. Obvia reseñar que las necesidades de una empresa con un trabajador, distan mucho de las equivalentes para una compañía que emplea 249 trabajadores. Y, hoy por hoy sin embargo, el concepto PYME parece englobar a ambas.

La UE definió hace tiempo el término PYME. Así, desde el año 2003 la Comisión Europea tiene establecido que, será considerada PYME toda empresa que ocupe a menos de 250 personas. La Unión Europea también fijó, aunque de forma no muy afortunada, que las PYMES a su vez podrían clasificarse en EMPRESAS MEDIANAS, EMPRESAS PEQUEÑAS o MICROEMPRESAS. Bajo estas premisas, y tomando en consideración las bases del INE, comprobamos que a 1 de enero de 2012 en España existen 3.199.617 empresas , de las que tan sólo 4.365 emplean a más de 250 asalariados (GRANDES EMPRESAS). El resto, por tanto, 3.195.252, son PYMES.

A título informativo, el cuadro que sigue a continuación agrupa las empresas de España en los cuatro colectivos definidos por la Unión Europea. Nos hemos permitido incluir una segunda columna que consideramos aporta mayor información al desagregar de forma adicional cada uno de los citados tramos.

miércoles, 13 de marzo de 2013

"Think globally, act locally"

Una de las áreas de práctica en ADVALOREM es la de elaborar informes especiales bajo mandato de nuestros clientes: sobre un determinado sector de la actividad, sobre una empresa de la competencia o sobre la situación y oportunidades que presenta un determinado país de cara a estudiar una posible expansión de su actividad económica fuera de España. Este tipo de dossiers se elaboran de forma específica y obviamente su contenido es revelado al cliente de manera exclusiva, particular y estrictamente confidencial. El bagaje de información acumulado de la realidad económica global o del entramado empresarial español y más en concreto, del correspondiente a Castilla y León, nos faculta no obstante para poder compartir algunos datos y estadísticas con los lectores de nuestro blog.

Pasearán pues por este foro cifras y ratios, magnitudes intrínsecas y comparadas, que confiamos resulten de interés. Para poner de manifiesto evidencias tan sustantivas como que Palencia tiene un sector primario (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) que representa el 13,1% del PIB de la provincia cuando en España o Castilla y León este porcentaje se sitúa en el 2,3% y 5,9% respectivamente. O bien cuando nos refiramos al sector industrial comprobaremos cómo en Burgos la Industria representa el 28,1% del PIB de toda la provincia cuando en Castilla y León esta relación es del 18,4% o en España del 14,8%.

Pero asimismo y como reza el título de este post, en ADVALOREM pensamos que, para actuar localmente es imprescindible entender la situación de forma global. Es por ello que para empezar, ponemos a su disposición los dos cuadros que siguen a continuación y que consideramos autoexplicativos de la realidad en la que se desenvuelven individuos y empresas. Pensamos que en el mundo que vivimos difícilmente se puede acertar con las decisiones en el entorno micro si previamente no entendemos el contexto macro en el que se incardina cualquier actividad empresarial.



lunes, 11 de marzo de 2013

La contabilidad del pincho

Hace unos meses comenzaron a correr por la red las imágenes de dos entrañables abuelos sorianos gracias a la difusión de un vídeo filmado cinco años atrás en su Valdegeña natal. A todos nos conmovió entonces la espontaneidad con la que Isidro y Moisés Ciriano contaban desventuras de su infancia o hablaban sobre una juventud vivida a golpe de penurias y estrecheces. La grabación también recoge cómo, con la misma sencillez, ambos ancianos se aventuraban a impartir lecciones de finanzas operativas, proclamando descreídos la ineficacia de contar con estudios especializados al respecto:
…¿economía?... economía no hace falta estudiar…
el hombre que tiene cinco duros, que se gaste uno... ¡ahí está la economía!
Incluso al final del reportaje (2007), el bueno de Isidro llegaba a augurar las calamidades que nos asolarían en un futuro si perseverábamos tan tozudamente en la inobservancia de sus tesis. Exceso de apalancamiento, estructura financiera desequilibrada, ausencia de ahorro como paso previo a la inversión, teoría del consumo… A su manera, Isidro y Moisés estaban refiriéndose a tópicos financieros elementales para cualquier administración de bienes, y en particular, para la correcta gerencia de un negocio. En estos afanes, por más que nos sigan enterneciendo sus palabras y aun reconociendo el abrumador sentido común que rezuman, tenemos que disentir de ellos en su animadversión por el estudio o la preparación académica. Muy al contrario, desde este foro postulamos sin ambages la necesidad de encaminarnos hacia una gerencia más profesionalizada de las empresas.

Y es que en un ejercicio colectivo de sinceridad deberíamos reconocer que salvo en las grandes corporaciones españolas, la capacitación interna sobre gestión económica no es suficiente en una buena mayoría de compañías. Hasta hace relativamente poco tiempo las cuestiones de finanzas eran consideradas casi un elemento accidental dentro del día a día del buen gobierno de una sociedad mediana o pequeña, en el falso entente de que estos desvelos eran solo aplicables a grandes empresas y que la medición o el control de la salud económico-financiera eran preocupaciones ajenas a aquellas de menor tamaño. Pero los hechos nos han demostrado que, un celo razonable sobre indicadores tan básicos como la rentabilidad económica, la rentabilidad financiera, la solvencia, la estructura de inversión, el coste de capital, el periodo de generación de caja, el análisis de costes o el punto muerto entre otros, debieran formar parte de la agenda diaria de quehaceres y preocupaciones de todo buen empresario o gerente. Siquiera tan solo porque lo que no se puede medir, no se puede gestionar.

Hoy por tanto, no sólo ha dejado de discutirse la necesidad de dotar a la gestión empresarial de una capacitación sobre economía y finanzas sino que, en un mundo global, tan extraño a la forma de vida por la que transitaron Isidro y Moisés, debemos afirmar que han cambiado radicalmente los paradigmas de administración de cualquier negocio. Ya no puede servir una gerencia en donde la contabilidad del pincho junto con la anuencia de una gestoría fiscal-contable conformen exclusivamente el peculio de inquietud sobre asuntos económico financieros. Porque en tiempos pasados de bonanza, con verbena de crédito bancario y un crecimiento anual de ventas “a doble dígito”, estas poco recomendables formas de gestión quedaban sepultadas por los muchos litros de caja libre que fluía como manantial de primavera en la mayoría de los negocios. Como no podía ser de otra manera, aquellas lluvias (en donde se financiaron inversiones bárbaras con circulante, en dónde se compraron hasta naves industriales con pólizas de crédito a corto…) nos han traído un verdadero lodazal de concursos de acreedores y liquidaciones. Y es que la gran mayoría de las PYMES en España, estaban instaladas en lo que en ADVALOREM solemos llamar el equilibrio de la bicicleta; obvia decir, por qué lo denominamos así.

Una empresa eficiente y rentable suele ser la suma de una buena idea de negocio más una administración diligente de los factores económico financieros que la componen. Y en esa senda, se deben revisar con urgencia conceptos y arquetipos de gestión tradicionales. Muchos empresarios españoles ya se han concienciado de la importancia de contar con una mayor capacitación para evitar caer en errores del pasado, y han convertido el PROGRAMA INTENSIVO DE ECONOMÍA Y FINANZAS (PIEF) de nuestro Aula de Formación en el punto de partida para hacerlo posible. Otros tantos, eligiendo un camino más directo, nos han colocado como sus referentes en lo que se refiere al ASESORAMIENTO FINANCIERO para sus negocios, abandonando así posturas inmovilistas, renuencia al cambio y ese factor psicológico tan común como la tradicional resistencia a buscar ayuda cuando no se puede hacer frente por sí sólo y de forma eficaz a la nada fácil tarea que conlleva la dirección o gestión de una compañía. A todos ellos, gracias por depositar su confianza en ADVALOREM. Seguimos día a día poniendo a disposición de sus negocios nuestro mejor empeño y nuestra mayor excelencia técnica en economía y finanzas de empresa. Por mucho que a buen seguro, Isidro insinuaría hacerlo de otra manera...

lunes, 4 de marzo de 2013

Oda a los empresarios

Ahora que nos hemos vuelto kennedianos y que ante cualquier acontecimiento nos llenamos la boca diciendo que todos somos esto o lo otro… no estaría de más que tomáramos como costumbre otorgar a los empresarios al menos el derecho a ser considerados tan damnificados como los demás, dentro de este viacrucis por el que estamos transitando. Y de paso es tiempo ya también, de que por fin aclaremos el tan estigmatizado concepto de empresario.

El DRAE lo define en una de sus entradas como Titular propietario o directivo de una industria, negocio o empresa”. Poco feliz se nos antoja semejante interpretación de la Real Academia, ya que parece sugerir que el rol de empresario se asimila a dos funciones bien distintas:

- la de propietario que asume riesgos y,
- la de gerente o administrador de negocios.

Claro que posiblemente la Institución que fija y da esplendor solo acopia en la acepción el poco discernimiento con el que la mayoría aludimos al vocablo en sí. Huelga referir a ejemplos flagrantes, cuando incluso para empresas multinacionales del IBEX se confunden términos... y nos atreveríamos a decir que hasta la razonable prosapia: un gestor o manager es a nuestro modo de ver, toda aquella persona que ejerce funciones de dirección o gestión de compañías a cambio de un determinado emolumento fijo, o fijo más variable. Y esta figura de gerente o directivo, por mucho que la mayoría de los medios de comunicación (y por ende, parte de la opinión pública) le atribuyan la acepción de empresario, debería encasillarse más bien en el concepto de empleado; cierto que probablemente más cualificado e incluso diligente que la media, pero desde luego, un asalariado.

Un empresario es sin embargo, aquel que asume riesgos, que compromete su patrimonio al albur de las circunstancias, con la legítima esperanza de obtener una rentabilidad que, en buena lid, remunere ese riesgo asumido. Y esta condición del propietario-empresario, en los estrictos límites de la ley y la responsabilidad, es tan lícita por cierto como la recompensa que cualquier trabajador, inversor o especulador (grande o pequeño) espera a cambio de su desempeño o inversión.

El manoseo absurdo con el que en los últimos años en demasiados ámbitos sociales se ha utilizado la palabra empresario ha llevado a que el nombre sea a veces sinónimo de abuso jacobino o egoísmo. Se vocea empresario sin caer en la cuenta de que ese es un grupo dispar, como todos... pero lleno de personas que sufren exactamente igual que los demás por salir adelante, por vivir en paz, y hasta por llegar a fin de mes. Y lo peor es que todo ello ha acabado por entreverar un cierto complejo en buena parte del colectivo a la hora de expresar sus tribulaciones, convirtiendo en oprobioso casi cualquier lamento de su parte.

Los empresarios llevan varios años padeciendo las consecuencias de este seísmo político, económico y social que estamos viviendo, con corolarios inefables para su economía y su vida personal. Muchos, demasiados... se han quedado en el camino y han perdido todo o casi todo; que su discurso no sea tan ampuloso como el de otros colectivos, sin duda no debería sugerir una realidad menos doliente.



viernes, 22 de febrero de 2013

Pero... ¿qué es una EMPRESA?

Ustedes pensarán, y con razón, que una empresa es una persona jurídica que básicamente tiene forma de sociedad anónima o sociedad limitada. Eso ha sido así toda la vida. Bueno, casi...

Fue así hasta que el 1 de enero de 2005 entró en vigor una Recomendación de la Comisión Europea en la que entre otros temas abordaba la definición de EMPRESA que debía ser utilizada por sus países miembros (27 en la actualidad, 28 cuando el 1 de julio próximo se incorpore Croacia). Así, en el Artículo 1 de la citada Recomendación, la Comisión establece que se considerará EMPRESA a toda entidad que ejerza una actividad económica, independientemente de su forma jurídica.

Por tanto, pueden considerarse empresas los trabajadores autónomos, las empresas familiares, las sociedades colectivas y las asociaciones que ejercen regularmente una actividad económica. En conclusión, lo determinante es la actividad económica, no la forma jurídica.

Teniendo en cuenta lo anterior y de acuerdo con la última información facilitada por el INE, al 1 de enero de 2012 en España existen 3.199.617 empresas. Bajo este prisma, el cuadro que sigue a continuación ayudará a entender la configuración del entramado empresarial español:




ADVALOREM